
Cuando visito un observatorio histórico me invade un sentimiento de admiración y reverencia; generaciones de astrónomos, enfrentándose a dificultades de todo tipo, han hecho avanzar la astronomía entre las paredes de estos lugares a pesar de los impedimentos. El observatorio de Jolimont en Toulouse recoge el testigo de un notable legado astronómico y es la prueba de la importancia histórica que estos centros han tenido en el desarrollo de la sociedad moderna.