El 15 de enero de 1999 se abrieron las puertas del Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha como gran proyecto de carácter social, pensado para poner al alcance de la sociedad una herramienta de primer orden con la que poder acercarse al desarrollo científico y tecnológico.
Hora es de hacer balance no solamente con datos estadísticos de cifras frías, a veces inexpresivas, sino considerando el grado de cumplimiento de los objetivos inicialmente marcados y, sobre todo, del grado de bienestar que se ha alcanzado en la sociedad castellanomanchega y la calidad del servicio ofrecido en aras a conseguir un mayor nivel cultural y de conocimiento. El propio proyecto del Museo ya daba a entender con qué herramientas se quería trabajar: mirar y admirar el espacio a través de los maravillosos cielos que hay en esta región y llegar al conocimiento científico por medio del estudio y disfrute del medio natural.
Con una perspectiva ya suficiente, se puede confirmar el acierto de las propuestas museísticas iniciales a través del análisis de los cientos (muchos cientos) de actividades llevadas a cabo, talleres, sesiones científicas, exposiciones…, pero fundamentalmente, a la vista de los proyectos de gran calado surgidos desde el Museo de las Ciencias, sobresalen dos: el Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha y la consecución de la certificación Starlight de cielos limpios, para una gran parte de la Serranía de Cuenca. El primero, consecuencia del liderazgo ejercido en la región en la gestión y promoción de esta ciencia, alcanzándose proyección internacional, y segundo, como resultado final de uno de los trabajos llevados a cabo junto a Astrocuenca, en el área de astronomía, de vital importancia para el desarrollo turístico de la provincia de Cuenca.
Muchos son los centros escolares que han recibido y disfrutado de sus talleres y, casi todos, los que han realizado alguna vez visita al mismo. Colectivos de todo tipo, administraciones, universidad, etc., han desarrollado todo tipo de actividades en y con el Museo, en el convencimiento de estar trabajando con un buen aliado.
Pero el pasado no lo es todo. Nuevas inversiones, más personal y presupuestos estables y suficientes son premisas imprescindibles y la clave del éxito para el futuro de un centro que se ha demostrado útil y querido por nuestra gente de Castilla-La Mancha.