Midiendo la oscuridad de nuestros cielos

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Medir la oscuridad de nuestros cielos es una de las mejores maneras de cuantificar y, por tanto, ayudar a combatir la contaminación lumínica. (Foto cortesía Óscar Blanco Varela)

Resulta interesante para el observador conocer la calidad del cielo nocturno en el que observa. De esta manera se pueden comparar distintos lugares, así como evaluar la evolución temporal de la contaminación lumínica. A continuación se explican y se comparan entre sí varias formas de cuantificar la oscuridad del cielo al alcance de cualquier aficionado.

 

La forma más directa que tenemos de medir la oscuridad de nuestros cielos es la estimación de la magnitud límite estelar (MALE), es decir, la magnitud de la estrella más débil que podemos observar a simple vista. Aunque normalmente se suele decir que el ojo humano puede percibir estrellas de hasta la sexta magnitud, en realidad, bajo cielos realmente oscuros la MALE puede llegar a superar la séptima magnitud. Para llevar a cabo esta medida se usa el conteo de estrellas en ciertas regiones estándar del cielo. Por lo general, estas regiones son triángulos cuyos vértices son estrellas brillantes, fácilmente identificables. Asociado a cada triángulo tenemos una tabla que nos da la MALE en función del número de estrellas que somos capaces de contar en su interior, incluyendo también las estrellas que definen la región.

Javier Alonso

Artículo completo en la revista de junio de 2023.