
M 87 es una enorme galaxia elíptica situada a unos 55 millones de años luz de distancia en la constelación de Virgo. Descubierta por Charles Messier a finales del siglo XVIII, no fue hasta el siglo pasado que se identificó como una galaxia. Tiene el doble de masa que la nuestra y diez veces más estrellas. También tiene un número muy elevado de cúmulos globulares, unos 12000 por los 200 de nuestra Galaxia. Algunos astrónomos teorizan con que han sido atraídos desde sus galaxias vecinas más pequeñas.
Como todas las galaxias grandes, en su centro tiene un agujero negro supermasivo. La masa de los agujeros negros centrales se relaciona con la masa global de la galaxia, por lo que no es extraño que este sea uno de los mayores conocidos. Su presencia explica también otra de las singularidades de M 87: un chorro relativista de materia que es expulsado desde su centro a velocidades cercanas a la de la luz.
Precisamente ha sido su agujero negro el objetivo para las primeras observaciones del EHT o Telescopio de Horizonte de Sucesos, logrando la primera imagen directa de la sombra de un objeto de estas características. Así, M 87, un objeto anodino para la mayor parte de los astrofotógrafos, ha adquirido un protagonismo merecido al albergar la noticia astronómica del año.