Edwin Salpeter es, sin duda alguna, el astrofísico más generalista que haya existido en el siglo XX.
Edwin Salpeter (1924, Viena, Austria–2002, Ítaca, EE.UU.) obtuvo el doctorado en electrodinámica cuántica, trabajó en astrofísica nuclear y en evolución estelar; estudió el enriquecimiento de metales del medio interestelar, así como la formación de moléculas en las superficies de granos de polvo; y sugirió el acrecimiento de materia en torno a agujeros negros como la fuente de energía de los cuásares.