Culmina la serie de tres artículos dedicada al rayo verde con esta entrega en la que profundizamos en algunos detalles adicionales de carácter teórico y proponemos dos experimentos didácticos, sencillos de llevar a las aulas.
¿Por qué no se ve un rayo verde en cada puesta de Sol?
Esta es la pregunta que surge siempre que se trata este fenómeno. Si la explicación es tan sencilla como la hemos descrito (y, realmente, lo es), ¿por qué no vemos un rayo verde en cada ocaso solar? La respuesta se entiende bien a la vista de todo lo tratado en los dos artículos anteriores: aunque el proceso físico que hay detrás del espectáculo sea simple, es muy raro que se den todas las circunstancias necesarias para que el fenómeno se haga observable, sobre todo si se intenta a simple vista. Reflexionemos un poco sobre los requisitos.
Por supuesto, no puede haber nubes, brumas o calimas. Una bruma o una calima en apariencia ligera puede convertirse en una masa opaca cuando se observa en escorzo cerca del horizonte. Solo veremos el rayo verde en jornadas de aire muy limpio.
David Galadí-Enríquez, Encarna Angosto Trillo y Carmen Botella Almagro
Artículo completo en la revista de mayo de 2023.