A comienzos de los años 90, comenzó a discutirse entre la comunidad radioastronómica la idea de construir un radiotelescopio de un área total equivalente a 1 kilómetro cuadrado, al que se denominó «El Interferómetro del Hidrógeno» (o The Hydrogen Array en inglés), con objeto de poder detectar la emisión de hidrógeno atómico generada hace unos trece mil millones de años, época del universo en la que se piensa se formaron, a partir de este elemento, las primeras estrellas y galaxias. Aquí contaremos cómo dicho concepto se ha convertido en el proyecto Square Kilometre Array (SKA), sus objetivos científicos, características instrumentales y desafíos tecnológicos asociados, y el impacto social de los desarrollos de ingeniería necesarios. Resumiremos finalmente el alcance de la participación española en SKA, cuya coordinación llevamos a cabo, desde 2011, en el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC).