Calendario astronómico de noviembre de 2023
– Día 5: la Luna en cuarto menguante.
– Día 9 al amanecer: conjunción de Venus con la Luna.
– Día 13: Luna nueva.
– Días 17-18: máximo de las Leónidas.
– Día 20: la Luna en cuarto creciente y conjunción con Saturno.
– Días 22, 25 y 26: conjunciones de Júpiter, Neptuno y Urano con la Luna.
– Día 27: plenilunio.
Tras el cambio de hora en la Unión Europea, durante el mes de noviembre anochece muy temprano en España, y los días seguirán acortando hasta diciembre. En Madrid, a mediados de noviembre el Sol sale a las 8:00 y se pone a las 17:58, hora peninsular española, lo que supone un total de casi 10 horas de luz. El mes se abre con la Luna dominando los amaneceres en fase menguante, para volver a reaparecer al anochecer como una fina Luna creciente a partir de mediados de mes. La Luna llena se alcanza el día 27.
Los anocheceres están protagonizados por Júpiter, que muestra su máximo brillo anual a comienzos de noviembre. En este momento, el planeta más grande del sistema solar presenta su máxima proximidad a la Tierra; en concreto, Júpiter se encuentra en oposición el día 3 de noviembre, separado por 180 grados del Sol en el cielo. Esto quiere decir también que Júpiter es visible durante toda la noche: empezamos a verlo al este al oscurecer y volveremos a encontrarlo hacia el oeste durante el alba, tras haber recorrido la eclíptica durante la noche. Júpiter está situado en la constelación de Aries. Según avanza el mes, se muestra algo más alto sobre el horizonte este cada día al anochecer, y a finales de mes ya se habrá puesto por el oeste en el momento de salir el Sol. Con unos buenos prismáticos o un pequeño telescopio podremos identificar las cuatro lunas más grandes de Júpiter: Ío, Europa, Ganímedes y Calisto.
Saturno va por delante de Júpiter en la eclíptica y este mes está situado en la constelación de Acuario. Al oscurecer, lo encontramos hacia el sur y podemos verlo avanzar hacia el oeste durante las primeras horas de la noche. El día 20, coincidiendo con la fase de cuarto creciente, la Luna estará en conjunción con el planeta de los anillos. Pocos días después, el 24 y 25 de noviembre, la Luna creciente gibosa se situará a ambos lados de Júpiter. Aunque no son visibles a simple vista, en esta misma zona del cielo se sitúan Urano y Neptuno, que también recibirán la visita de nuestro satélite natural. A finales de mes comienza a ser visible Mercurio al anochecer, aunque con gran dificultad, puesto que está a punto de esconderse tras el horizonte suroeste cuando oscurece. Podremos verlo algo mejor a comienzos de diciembre.
Si Júpiter nos parecía brillante, al amanecer lo vemos deslumbrado por Venus, que brilla aún más y está situado a una gran altura hacia el este. Venus es visible durante las últimas horas de la noche, a una mayor elevación según avanza el alba. El día 9 de noviembre, la esbelta Luna menguante estará en conjunción con Venus, regalándonos un panorama muy atractivo con el que comenzar el día.
Durante todo el mes de noviembre, pero especialmente a mediados de mes, podemos ver alguna estrella fugaz de la lluvia de las Leónidas. Este año, su máxima intensidad se alcanza la noche del 17 al 18 de noviembre, coincidiendo con la Luna en fase creciente. Por eso, es recomendable observar esta lluvia de madrugada, antes del comienzo del alba, cuando la Luna se haya ocultado tras el horizonte y en el momento en que el radiante, situado en la constelación de Leo, alcanza su máxima elevación. Las Leónidas tienen su origen en restos del cometa Tempel-Tuttle, que penetran en la atmósfera terrestre a grandes velocidades y se calcinan, dejando atrás un surco luminoso. Como siempre, podremos observar un mayor número de meteoros si nos alejamos de la iluminación de los núcleos urbanos.
Texto e imágenes: Observatorio Astronómico Nacional-IGN, https://astronomia.ign.es