El celaje en el Camino de Santiago

La iglesia de Santa María de Eunate, en Navarra, es un ejemplo del románico a lo largo del Camino de Santiago. (Imagen cortesía de los autores)

El Camino de Santiago, Patrimonio Mundial de la UNESCO, muestra una relación extraordinaria con el celaje, como revela el estudio arqueoastronómico de las iglesias románicas de la ruta.

En la actualidad la astronomía acaba inevitablemente asociándose con las grandes preguntas: ¿hay vida más allá? ¿cómo se originó el universo? En realidad, la naturaleza del cosmos ha sido una cuestión que ha fascinado siempre a la Humanidad y tenemos buenas pruebas de ello en la abundante herencia cultural y material legada por nuestros antepasados. Echando la vista atrás, el cielo y sus elementos solían estar embebidos en la visión del mundo que desplegara cada sociedad. Incluso podían servir como herramientas para situarse en el espacio y en el tiempo, por ejemplo, en la creación de sistemas de navegación o de calendarios que han llegado hasta nuestros días. Pero no era una cuestión meramente práctica. El cielo reglaba la naturaleza y transmitía una sensación de orden cósmico, de un poderoso simbolismo espiritual. En particular, si nos fijamos en la Europa medieval, las prácticas astronómicas estaban al servicio del cristianismo para cuestiones como calcular las horas de rezo o, aún más importante, para determinar cuándo tendrían lugar festividades como la Pascua. De hecho, el calendario litúrgico repasa la historia de Cristo en el ciclo solar anual, en algunos casos readaptando tradiciones paganas anteriores pero que reconocían igualmente la conexión entre lo celeste y lo terrenal, como el caso paradigmático de la Navidad y el solsticio de invierno. No es de extrañar entonces que los monumentos cristianos por excelencia, las iglesias, también se hagan eco del orden celeste.

 

Maitane Urrutia, Juan Antonio Belmonte y César González

Artículo completo en la revista de abril de 2023.