Parafraseando a los comentaristas deportivos, la serpiente multicolor que es la expedición Shelios 2017 hemos realizado 300 km más de camino a través de Idaho en dirección noroeste, y hemos acampado en Boise, la capital del estado.
Aquí nos encontramos a apenas 30 km del límite sur de la banda de totalidad, y si nos quedásemos en este lugar, seríamos testigos de un Sol ocultado en un 99,3%.
Pero no es eso lo que buscamos, sino situarnos exactamente bajo la sombra de la Luna, y por ello parte del equipo estuvimos toda la tarde realizando una evaluación in situ de los lugares idóneos donde nuestro astrofotógrafo, Juan Carlos Casado, hará su trabajo. Así, por primera vez entramos en la banda de totalidad, esa zona intangible donde dentro de dos días la sombra del eclipse nos ofrecerá un espectáculo sin igual. Las necesidades de cobertura de redes, la previsible saturación de observadores y la complicada orografía del terreno, un hermoso y estrecho valle cruzado por un río, han hecho que al final nos decantemos por un lugar adyacente al original, que era Smith Ferrys. Juan Carlos irá el domingo 20 a esa zona, Garden Valley, y escogerá su emplazamiento definitivo.
De regreso al camping en Boise, atravesamos Horseshoe Pass, un pequeño pueblo donde en uno de los carteles anunciadores del bar local se leía “Enjoy the eclipse crescendo”. Ese es ya nuestro sentimiento: ya sentimos muy cerca el eclipse.