En Franeker, Holanda, se conserva el planetario mecánico más antiguo del mundo todavía en funcionamiento.
A 125 km de Ámsterdam y 20 km de Leeuwarden, capital de la provincia neerlandesa de Frisia, se encuentra Franeker, una localidad de 13 000 habitantes vinculada históricamente a la astronomía por dos razones. La más reciente es la de ser la ciudad natal de Jan Hendrik Oort, famoso por sus estudios de la Vía Láctea y por dar nombre a la región del Sistema Solar de donde proceden los cometas: la nube de Oort, zona remota y helada en los confines de nuestro vecindario cósmico cuya existencia postuló correctamente por primera vez el astrónomo estonio Ernst Öpik. Pero quien ya había puesto a Franeker por derecho propio en la historia de la astronomía fue Eise Eisinga (1744-1828), un cardador de lana que construyó en su propia casa un modelo mecánico del Sistema Solar que todavía, más de dos siglos después, sigue funcionando a la perfección sin cambios importantes.