Caracterizando asteroides, cometas y superficies planetarias en base al estudio de sus meteoritos
Las propiedades físicas de meteoritos, en particular sus propiedades reflectivas y mecánicas, son valiosas para conocer mejor las superficies asteroidales y planetarias e interpretar tanto la composición química y la mineralogía de esos cuerpos como los procesos que los han ido esculpiendo a lo largo de los eones. Aquí describimos algunas de las técnicas que estamos empleando para estudiar meteoritos y obtener claves sobre la naturaleza y composición de los cuerpos progenitores de esas rocas caídas del cielo.
Las rocas y fragmentos de metal procedentes del medio interplanetario que son capaces de sobrevivir el frenado aerodinámico a velocidades supersónicas alcanzando la superficie terrestre se denominan meteoritos. El estudio de tales objetos nos permite profundizar en aspectos desconocidos de sus cuerpos progenitores, generalmente asteroides –y quizás cometas– pero también cuerpos planetarios como la Luna y Marte. Por si fuese poco, es posible datar los procesos que los formaron y esculpieron a partir de modernas técnicas de datación isotópica. De ese modo, la ciencia de los meteoritos consigue recopilar, pieza a pieza, algunos de los datos más relevantes para reconstruir el puzle del nacimiento de nuestro sistema planetario y los procesos que han permitido transferir esas rocas desde sus cuerpos progenitores hasta la Tierra.
Sucesos tan impresionantes como el superbólido acontecido por la fragmentación de un pequeño asteroide de unos 18 metros de diámetro han incrementado el interés del público por los meteoritos. Ese impresionante evento captado casualmente por decenas de cámaras el 15 de febrero de 2013 acabó con la recuperación de cientos de fragmentos del meteorito que cayeron en las proximidades de la localidad de Chelyabinsk, en Rusia. Aun así, todavía hoy, en muchos países no se reconoce la relevancia del estudio de los meteoritos. En España, el número de caídas de meteoritos recuperadas hasta la fecha (Tabla 1) señala una carencia muy significativa de hallazgos de nuevos ejemplares (Trigo-Rodríguez et al., 2014). En la península ibérica las estadísticas indican que anualmente cae un meteorito con una masa superior al kilogramo. Con este artículo, deseamos fomentar el estudio científico de estas rocas, dada la relevante información que contienen para comprender los cuerpos de los que proceden. Mejorar nuestra comprensión de sus propiedades fisicoquímicas puede ser también importante de cara a una necesidad eventual de desviar asteroides potencialmente peligrosos o, incluso, para la explotación futura de recursos minerales.
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Astronomía Mayo 2021 No 263- Edición digital
Astronomía Mayo 2021 No 263 – Edición impresa